Cambio de
estación en Chamartín
mientras las
hojas se amontonan
en San Bernardo.
Cambio de
estación en un Mar de Cristal
congelado y
agrietado,
pero lleno de
Esperanza.
Cambio de
estación sin ti
–y a veces
contigo–
en un túnel Estrecho
que conduce a
Cuatro Caminos
y luego pasa por
la Gran Vía.
Cambio de
estación en primavera,
cuando los
almendros se dan El Capricho
de florecer en
el Parque de las Avenidas.
Cambio de
estación en La Latina,
evitando así, el
Sol justiciero de Sevilla.
.
.
.
Cambio de
estación contigo
–y a veces sin
ti–
en Farhampton,
en busca del
paraguas amarillo,
ese que tanto
anhelaste, ese que tanto añoramos.