Miss Cafeína
sabe endulzar hasta el
más amargo de
los cafés.
Y emborracha
miradas desconocidas
en cualquier
bar.
Miss Cafeína
colecciona besos y
saborea postales
mientras
impregna su
carmín en la taza
de cualquier
cafetería.
Miss Cafeína
colorea las escenas
de un cuento
inacabado.
Y también dibuja
la utopía
de cualquier
universo infinito.
Miss Cafeína
susurra al oído y
contagia su risa
mientras
el café se
enfría
en cualquier
ciudad.
Miss Cafeína
marca las páginas
de una historia
que aún está por contar.
Y también apunta
palabras descafeinadas
en cualquier
margen, en cualquier lugar.
*Gracias a mi lector más fiel por ser una fuente de inspiración.
*Gracias a mi lector más fiel por ser una fuente de inspiración.