O cómo rimarte
con consonante
mientras
septiembre te araña la espalda,
deja sonrisas y
airea la falda
de un año que
recita en asonante.
O cómo aprender
a ser navegante
mientras el mar
de color esmeralda
desgasta paredes
de una Giralda
tan armoniosa
como malsonante.
O cómo romper
olas sin querellas
si ya caminamos
ilusionados
hacia un sur
isleño que borra huellas.
O cómo
enfrentarnos a los pecados
de un verano que
cuenta las estrellas
de noches de besos apasionados. *O cómo resumir estos últimos meses en forma de soneto.