Y es que me enredas,
me perturbas,
me hipnotizas,
me desestabilizas.
Dices que soy como
uno de tus cigarrillos:
peligrosa, adictiva e ígnea.
Entorpeces mis cinco sentidos:
saboreo alelada mientras huelo de reojo tu mirada.
Me bailas con una copa de vino rosado
y brindamos a ritmo de luna menguante.
Pasas horas de enigma en enigma
intentando descifrar esa casilla del crucigrama.
Alteras el compás de mis latidos,
y aleteas hasta una orilla donde una vez
desnudamos las palabras.
Y es que me confundes, abril,
me transformas,
me seduces,
me envenenas.