Olvídate de mí, como la película.
Olvida que un día fuimos uno,
que nuestros corazones
latían a sesenta y nueve grados
bocabajo.
Olvida nuestras miradas cruzadas
entre copa y copa, los besos
robados, la risa cómplice,
las medias verdades,
y las que nunca nos dijimos.
Olvídalo todo, porque cuando
te des cuenta de lo perdido,
te morirás por volver,
y te verás solo en la estación,
suspirando, perdido y
del revés.
*Imagen: Szabrina Maharita