domingo, 21 de agosto de 2016

Olimpia



Te me escapas, verano.
Me encontraste sollozando
y me dejaste sin canción.
Supongo que la marea me arrastró demasiado, 
o eso me confesó Poseidón. 

Han sido numerosas las odiseas
y las ilíadas. 
Basta, no más guerras bárbaras
ni dioses venerados. 
Que las heridas se las lleve la sal
y que el viento sea el aliado. 

Devuélveme la rima, Homero,
que esto no es Delfos. 
Tampoco un juego. 
Sálvame de las garras de Hades 
y dime que aún existe el cielo. 

Hagamos de la vida un simposio 
en el que reine la libertad. 
Que afroditas, ateneas y geas brindan 
hoy por la igualdad. 
Desgarraste mi talón, mas no conseguirás 
arrebatarme el alma, tampoco el corazón.